viernes, 26 de marzo de 2010
Fábula "La liebre y la tortuga"
Cierto día una liebre se burlaba de las cortas patas y la lentitud al caminar de una tortuga. Pero ésta, riéndose, le replicó: «Puede que seas veloz como el viento, pero en una competición yo te ganaría». La liebre, totalmente segura de que aquello era imposible, aceptó el reto, y propusieron a la zorra que señalara el camino y la meta.
Llegado el día de la carrera, emprendieron ambas la marcha al mismo tiempo. La tortuga en ningún momento dejó de caminar y, a su paso lento pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta. En cambio, la liebre, que a ratos se echaba a descansar en el camino, se quedó dormida. Cuando despertó, y moviéndose lo más veloz que pudo, vio como la tortuga había llegado tranquilamente al final y obtenido la victoria.
MORALEJA
Con constancia y paciencia, aunque a veces parezcamos lentos, obtendremos siempre el éxito.
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Estoy seguro que esta fábula es muy apropiada.
ResponderEliminarla de siempre! pero está muy bien.
ResponderEliminarEsta moraleja tiene mucha razon
ResponderEliminarCuanta razón tiene.
ResponderEliminarla moraleja es muy interesante y a la vez divertida.
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