jueves, 18 de febrero de 2010

INTERCAMBIO CON UN BRITÁNICO


Hace unos años, cuando yo tenía 18, para estudiar y para estar mejor preparada para la Universidad, propuse a mis padres hacer un intercambio. Al principio no se atrevían: por la cultura, por el desconocimiento, por el tiempo... pero al final aceptaron.

Encontramos la casa ideal, con una pareja muy buena y el hijo que venía para hacer el intercambio era super majo según me dijeron mis padres en una de sus muchas, muchas cartas. Mi equipaje, ocupaba muchísimo pues iba a estar aproximadamente 2 ó 3 años. Llevándome la ropa de las cuatro estaciones, la de fiesta, las cosas del baño y muchas otras cosas. En las maletas no cabía ni un alfiler. Me acuerdo que el intercambio se realizó a principios de verano del año 2015.

El viaje no se me hizo muy largo, pero sí un poco triste por no ver a mi familia durante tanto tiempo.Cuando llegué, como en las películas, estaba esperando una pareja con un cartel en el que aparecían mi nombre y mis apellidos. Me dirigí hacia ellos, se alegraron de verme, y con estas palabras me recibieron:
- Welcome to the UK!-

Yo me quede un poco apurada, ellos me sonrieron y nos dirigimos a la salida: EXIT. Me sorprendió la cantidad de tráfico que había. Tardamos una media hora en llegar a su super casa, como aquí diríamos: un chalet. Tenía: piscina, un enorme jardín, pequeños arbustos, una mesa con sus sillas y alguna cosa más...El interior del chalet era majestuoso. La cocina se unía al salón-comedor en la planta baja. A la segunda planta se accedía por una escalera de caracol, que estaba en una esquina del salón-comedor.

En esa planta se encontraban las habitaciones del chico, la de su hermana gemela, la habitación de sus padres y mi habitación. Estaba preparada a mi gusto, pues me habían preguntado antes de ir. En medio de la habitación se encontraba una acogedora cama, en la esquina estaba el armario, pequeño de apariencia y muy espacioso por dentro. Al lado de la cama se encontraba la mesita de noche, en la que estaba la lámpara. Enfrente de la cama se encontraba la ventana.En esa misma planta se encontraba un baño completo en el que había de todo.

Cuando me presentaron a su hija, supe que nos haríamos grandes amigas, se llamaba: Sofí. Tenía el pelo rubio, los ojos azules, era delgada y alta, su ropa siempre iba a la moda y era agradable y divertida. Su madre le había dado a sus hijos el color rubio de su cabello. Era alta, esbelta, delgada, muy guapa, alegre y divertida. Su padre les dejó en herencia sus bonitos ojos azules, era alto, esbelto, delgado y con un toque de seriedad en la mirada, pero era muy majo.

Los primeros días fueron, por decirlo de alguna manera, de descubrimiento, me mostraron las avenidas, las calles, los trenes, los autobuses, los hoteles, los cines y muchísimas otras cosas más.El primer mes se me pasó volando y sin darme cuenta tenía unas 20 cartas de mi familia. En muchas de ellas me preguntaban cómo estaba, que si aprendía mucho, y también me decían que el hermano de Sofí, Tom, era muy educado, solo que la mayoría de las veces no se comprendían...Sofí me daba clases de inglés y aprendí muchísimas cosas.

Me acuerdo de que todos los domingos por la mañana el desayuno era completísimo. Beth la madre de Sofí, cocinaba de todo: tortitas, huevos, bacon, café, colacao, tortilla, revuelto... en fin, todo lo que se le ocurría, y nosotras la ayudábamos pues nos encantaba. Me acuerdo en mi primer verano el calor que hacía y lo fría que estaba el agua de la piscina de su jardín. Los 3 me habían dicho:-¡¡¡No te metas tan deprisa!!! - pero yo me tiré de cabeza, y nada más tocar el agua comprendí su advertencia, estaba helada.

Ese verano fué el mejor de mi vida junto con los otros 2. Porque al final me quedé 3 años, de lo agusto que estaba, por poco no me voy. La despedida fué un poco dura, me dió mucha pena tener que despedirme de Sofí, de su padre y de Beth. Cuando llegué a casa recuerdo que estaba cansada por el largo viaje, pero se me saltaron las lágrimas al ver a mi familia, mi hermana y mis padres. Tengo que reconocer que les echaba mucho de menos.A partir de entonces todos los días Sofí y yo nos comunicamos por el messenger en inglés y en castellano pues yo también le había enseñado.

Ahora todos los veranos nos vemos, o porque vienen ellos aquí, a Navarra, o porque vamos nosotros allí. Es muy divertido, aunque luego nos quedamos tristes.Y esta es la historia del intercambio con un británico.

Crítica Cuento de Navidad


Yo en vacaciones me leí Cuento de navidad y después me vi la película y, personalmente, me gustó mucho más el cuento que la película.

Por como la redactaron, por como se explicaba... La historia en la película es mucho más breve que el cuento, hay momentos en los que en la película son bastante diferentes a los del cuento.

A lo mejor si primero me hubiera visto la película y despúes leído la historia hubiera opinado al revés, no se... Como he dicho al principio me gusta más el cuento que la película.
Lidia Martín

LA DESAPARICIÓN


El día de Halloween o la noche de los muertos y las brujas, todos los preparativos estaban dispuestos. Los bares estaban decorados, los jardines con sus terroríficas calabazas, y mi casa daba mucho, mucho miedo.

Me iba a disfrazar de bruja, pero decidí disfrazarme de una terrorífica calabaza, que es lo más original de la fiesta.
Quedé con mis amigas a las 5h. de la tarde para hacer "truco ó no trato", porque si no nos daban nada unos cuantos huevos aterrizarían en sus casas.

Sheila iba disfrazada de bruja, Andrea de muñeca de porcelana(a la que le giraba la cabeza), Goizeder de pantera rosa, Paniagua e Izaskun también iban disfrazadas.
Cuando eran aproximadamente las 10:30h. de la noche, teniendo nuestras cestas repletas de caramelos llegamos a la casa más temida del pueblo, llamamos a la puerta y dijimos:

- ¿Truco o trato?- había abierto la Señora Eustaquia (una mujer huraña y gruñona), que no se relacionaba con nadie, pero estaba desesperada y pedía nuestra ayuda. Nos hizo pasar y nos explicó que su hijo había desaparecido. Nos dijo que se había disfrazado de Frankenstein y que se había ido ha pedir caramelos a las 4h. de la tarde. Le prometimos encontrarlo.
Buscamos por todas partes: jardines, parques e incluso quitamos máscaras a niños, para saber si era él.

Conociamos a su hijo del colegio,tenía dos años menos que nosotras. Era muy diferente a su madre: generoso, amable y sonriente.
Al final apareció, en una empinada cuesta de la que le ayudamos a bajar, pues no podía el solo. Lo llevamos a su madre, que no nos dió más que un simple gracias (pues era y es muy huraña).
Nuestro Halloween terminó con nuestra tripa empachada de caramelos.

EL CABALLERO ERRANTE



EL CABALLERO ERRANTE
En el castillo
hay una dama
que esta secuestrada
por un hombrecillo
Un caballero errante
busca a la dama
incesantemente
sabiendo que tras
la ventana llora
sin cesar su corazón

" YO "


Mi nombre es Lidia
de apellido Martín,
me gusta el día
y también dormir.
Me encanta el verano
me fastidia el invierno
Soy del Madrid
no de otro equipo
mi hermana es del Barça
y con mal gustico.
Mi madre es de aquí
mi padre de allá.
Me embelesa el azul
me marea el amarillo,
pero el color del Sol
me encanta por su brillo.